El país tiene hasta hoy miércoles para llegar a un acuerdo con los acreedores de deuda que no quisieron sumarse a las dos reestructuraciones llevadas a cabo en la última década y evitarlo. Para que no suceda, el juez que instruye el caso, Thomas Griesa, nombró a un mediador entre el Gobierno argentino y los fondos buitre.
Nuestros vecinos del otro lado de la Cordillera volvieron de golpe a una cruda realidad que los tiene en peligro de caer en “default” o el cese del pago por antiguas deudas que al día de hoy se calcula en 120 mil millones de dólares, esto empujado por los llamados fondos “buitres” y un fallo judicial adverso en la justicia estadounidense que coloca al país casi en un callejón sin salida.