Las recientes caídas bursátiles en Europa y EE.UU. parecen estar mostrando, además, que el mercado percibe que no es hora de comprar debido a que la demanda y la inversión mundial muestran fuertes caídas y las políticas de dinero barato de los principales bancos centrales del mundo, con inyecciones por más de US$ 20 millones de millones (cerca del 25% del PIB mundial) y tasas de interés cercanas a cero, no consiguen incrementar la actividad económica real.