Decenas de chilenos que lucharon contra la dictadura que encabezó Augusto Pinochet aún viven en el exilio. Uno de ellos relata la historia que lo obligó a dejar el país y desde entonces vivir en calidad de refugiado en Argentina, en un destierro que se mantiene como un castigo político.
Su rol en el fin de la dictadura ha sido silenciado por la historia oficial, tal como el de miles que enfrentaron con piedras a los militares en las poblaciones. Sin esos sujetos sociales, se ha construido una versión funcional a la política cupular que ha gobernado el país durante los últimos 25 años.
El ministro en visita Mario Carroza solicitó autorización a la Corte Suprema para extraditar desde Alemania a la francesa Marie Emmanuelle Verhoeven, acusada de haber participado en el homicidio de Jaime Guzmán. En tanto, el ex frentista Enrique Villanueva negó la existencia de la “comandante Ana” al interior de la organización y calificó de “demagogia política” la postura de la UDI.