El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acaba de emitir un dictamen ordenando que buena parte de los documentos sobre el asesinato de John Kennedy que se iban a revelar públicamente en diciembre próximo, no sean publicados sino hasta finales de 2022. Su decisión sigue el mismo curso de la tomada hace exactamente cuatro años, el 26 de octubre de 2017, por Donald Trump, quien ordenó una revisión de esos documentos con el propósito de que las agencias gubernamentales estableciesen si representaban “una amenaza para la seguridad nacional estadounidense”.
Los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, sirvieron de base para desencadenar una guerra de alcance global, que explica las acciones desatadas por los grupos de poder estadounidenses, bajo la administración del ex presidente George W. Bush. Primero, contra Afganistán en octubre del 2001, luego contra Irak en el marco de […]
El trabajo que se presenta en la plataforma de Netflix muestra con una variedad de voces de primer nivel las decisiones adoptadas por las autoridades norteamericanas luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Además, adelanta el atolladero en el que estaban metidas las tropas estadounidenses en Afganistán.
Afganistán, se yergue hoy, como símbolo de uno de los mayores fracasos de la denominada “guerra contra el terrorismo”. Esto, porque precisamente este objetivo lo que generó fue el nacimiento y desarrollo de nuevos grupos de raíz takfirí, decididos a implementar su política del terror a la par de la destrucción que trajo aparejada la invasión de las potencias occidentales.
Contra el clima de expectación mundial, ambos gobiernos privilegiaron la agenda común y evitaron poner en aprietos a la contraparte. En ese contexto, el presidente de Estados Unidos parece resignado a que las relaciones comerciales, tan necesitadas por Cuba, no sean condición de transformaciones políticas en la isla.