A pesar de los pactos de silencio que operan al interior de las Fuerzas Armadas, los nombres de los pilotos que organizaron, coordinaron y ejecutaron el brutal bombardeo al palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973 son un secreto a voces. Sin embargo, ninguno de ellos ha enfrentado a la justicia y continúan sin colaborar, negando su participación y la de sus compañeros y siendo calificados como “héroes” por la Fuerza Aérea.