Para Hélène Landemore la democracia, tal como la conocemos en Latinoamérica, ha llegado a su tope. La corrupción y la desconfianza ha escalado a tal punto que, según su análisis, ahora el desafío para las instituciones y la ciudadanía es crear un nuevo modelo de representación. En su opinión, el camino sería apostar por una democracia abierta donde las personas fueran eje y motor de las decisiones.