La controvertida Primera Ministra tuvo la opción de ayudar a los bancos, de aceptar su petición de cambiar el precio acordado y ahorrarles millones de libras, a costo del Estado y los contribuyentes, pero no lo hizo. Margaret Thatcher rindió examen sobre sus convicciones, asumiendo las consecuencias de aquellas. ¿Cuántos pueden decir lo mismo?