En un multitudinario mitin que convocó a más de 100.000 personas, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aseguró el sábado que los oligarcas no volverán al poder.
El ambiente se torna cada más tenso en unas elecciones municipales y estatales cruzadas por la violencia, que ha significado la muerte de candidatos, el descrédito a la actividad política por la fuerte corrupción y nexos con el narcotráfico, así como el levantamiento de campañas ciudadanas a favor del abstencionismo o del boicot electoral.