Que la producción chilena tenga una cara más verde. Ese es uno de los objetivos de dos proyectos que actualmente están realizando investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) a partir de los fagos, elementos presentes en la naturaleza que son capaces de -literalmente- comerse las enfermedades de plantas y animales, sin generar efectos negativos para los seres humanos.