Mientras los músicos se vuelcan a soportes digitales para eludir los daños del Covid-19, miles de personas que hacen posibles sus conciertos enfrentan la cesantía. Son sonidistas, fotógrafos, técnicos, periodistas y productores, habituados a ver las luces desde cerca, pero ajenos a beneficios, organizaciones y seguridad social. Acá recopilamos cinco testimonios.