Terminó la misión de los enviados papales y, entre otras cosas, lo que quedó fueron imágenes de unidad en Osorno y un servicio de escucha para recibir las denuncias que no alcanzaron a tomar
Estaban todos invitados a reunirse en la catedral de la ciudad, para una misa encabezada por los enviados papales Charles Scicluna y Jordi Bertomeu. Si bien la expectativa de asistencia era baja, la sede se repletó de fieles. Lo que viene ahora para el futuro, anunció el arzobispo de Malta, es un proceso largo de reconciliación. Desde el movimiento de laicos afirmaron que recién se inicia un proceso de sanación.
Los enviados papales permanecerán en Chile ocho días, los que se dividirán entre Santiago y Osorno. Su misión según señalaron en conferencia de prensa, tiene por objetivo el evidenciar la cercanía del Pontífice con Osorno y el prestar asesoría “técnica y jurídica concreta para las curias diocesanas de Chile”.
Los religiosos enviados por el Papa, vienen en la misión de continuar investigando al obispo Juan Barros y las denuncias en su contra.
Aunque no existen motivos ni fecha para su visita, se especula que podría ser previo a la decisión respecto de la renuncia de los obispos.