El martes 31 de agosto, el Gobierno debía entregar una propuesta para ir en ayuda de las y los trabajadores de la cultura, pero el ofrecimiento nunca se concretó. Para los artistas, este retraso no es nuevo. Durante los últimos seis meses han intentado llegar a un acuerdo con Hacienda, pero los ofrecimientos nunca han generado consenso. ¿Los motivos? El exceso de “letra chica” y la presentación de ideas que “rayan en la irregularidad”.