Trabajadores de empresas salmoneras advirtieron que la infraestructura que poseen las compañías del rubro no son lo suficientemente resistentes como para soportar un desastre natural de mayores proporciones que el ocurrido este domingo con el terremoto de Melinka. “Si llega a haber una alerta de tsunami y hay una pequeña ola de un par de metros puede dejar la escoba en los centros”, señalan.