La agrupación decidió no presentarse en conciertos ni ensayos hasta que los ejecutivos de la Corporación Cultural de la que dependen sean removidos de sus cargos.
Dos músicos acaban de ganar un juicio por despido injustificado, el último concertino irá a tribunales por lo mismo y el director que había sido designado titular para este año dice que rompieron su contrato. Además, dos cantantes del Coro fueron expulsados por manifestarse contra la corporación que administra a ambas agrupaciones. Una historia de tribunales, malos tratos, prácticas antisindicales y poca, muy poca música.