El planteamiento científico de que dentro de la población obesa una proporción puede ser definida como metabólicamente sana y tender menos a padecer diabetes, hipertensión, altas concentraciones de grasa en la sangre, entre otras enfermedades, está abriendo el debate. Como explica la profesora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Mariana Cifuentes, “hay un terreno gris donde no sólo debemos considerar el peso y el índice de masa corporal (IMC), sino que también el estilo de vida”.