El triunfo de Tabaré Vázquez y la conservación de la mayoría parlamentaria, ha significado en gran medida un espaldarazo popular a la obra de gobierno de la coalición que gobierna Uruguay desde 2004 y que sucede a Mujica quien entregará la presidencia con la tasa más baja de desempleo de la historia.
El Gobierno refuerza campaña en favor del candidato oficialista ya que, pese a la popularidad del actual presidente Mujica, Tabaré Vázquez necesita asegurar votos para derrotar al candidato del Partido Nacional en una posible segunda vuelta.