Frenar la desertificación, capturar gases de efecto invernadero, incentivar la reutilización de aguas servidas y valorizar los suelos estériles de extensas zonas del norte son algunos de los ejes de un proyecto de la Universidad de Chile que busca demostrar las oportunidades que puede ofrecer un desierto verde. La iniciativa ha generado un pequeño oasis de cuatro hectáreas a más de 3.200 metros de altura, en medio del desierto y faenas mineras, donde proliferan pimientos, tamarugos, chañares, taras y distintas variedades de atriplex, entre muchas otras especies vegetales.