Esa es la conclusión a la que el Mecanismo Civil de Prevención de la Tortura arribó luego de visitar la cárcel de Colina II y el Centro de Internación Provisoria del Sename en San Joaquín. “La tortura ha pasado a estar en el sistema penal subterráneo (…) El problema es que no hay voluntad política de acabar con esta lacra de la tortura”, señala Alicia Alonso, directora de la ONG Leasur.