El presidente y su primer ministro dejaron sus cargos ante la presión de los líderes de África Central reunidos en Chad, que condenaron su inacción frente a las violencias interreligiosas que se registran desde mediados de diciembre en su país. Tres personas murieron en Banguí tras las manifestaciones de satisfacción de la población. La comunidad internacional llamó a la pronta designación de un nuevo mandatario.