Javiera Fernández, nieta de la secretaria personal de Salvador Allende, habla sobre la ceremona fúnebre que se realizará luego que se confirmara la identidad de los restos del joven ejecutado por agentes de la dictadura.
Como vivimos tiempos de economías libres, social de mercado o como quieran llamarse, pero siempre en desmedro de los necesitados y todo tiene que autofinanciarse, además que museos de la Memoria y de Salvador Allende ya existen, Isabel optó por convertir el misterioso Cañaveral en un maravilloso centro de eventos. De hecho todos coinciden que es paradisiaco. Nada evoca que ahí convivieron por largas temporadas Salvador Allende y Miria Contreras, ninguna foto, ni siquiera un aire de ese pasado de hace cuarenta y tantos años.