Con una extensión de 6,5 kilómetros por el río Biobío y 1,2 kilómetros por el río Quilme, la hidroeléctrica afectaría una superficie de hasta 140 hectáreas, en medio de graves cuestionamientos sobre su legalidad y el daño a especies ancestrales.
Francisco Lipinan fue procesado por tenencia ilegal de armas, aunque insiste en que se trata de una persecución que busca penalizar las reivindicaciones territoriales en el Alto del Bíobío.