Expertos y organizaciones coinciden en que permitir la caza de perros “asilvestrados” no soluciona el problema que afecta a zonas rurales y especies silvestres. En cambio, apuntan a la irresponsabilidad del ser humano en la tenencia.
La disputa por la caza de perros “asilvestrados” enfrenta posiciones incluso en el mundo veterinario. Para algunos, es la única forma de controlar las jaurías que acaban con ganado y fauna nativa; para otros, es impensable avanzar sin una política de educación y tenencia responsable de animales.