La ilusión de una tercera Copa Continental para el seleccionado peruano estaba ensombrecida por la realidad: al frente tenían al dueño de casa, un Brasil hambriento de victorias luego de una temporada de bochornos internacionales. Sin embargo, la esperanza es sorda a las evidencias y los del Rímac creímos en una hazaña que finalmente no pudo ser en el Maracaná.