Con el cierre del espacio aéreo argelino a la fuerza aérea gala y llamando a consulta a su embajador en Paris, una nueva crisis diplomática estalló durante el reciente fin de semana entre Argelia y Francia, naciones ligadas por una dolorosa guerra anticolonialista y por la presencia de una gran población de origen argelino en territorio francés. La decisión fue la indignada respuesta a las declaraciones del presidente Emmanuel Macron, quien acusó al sistema político-militar argelino de usar a Francia como chivo expiatorio de todos sus problemas, amén de fomentar un discurso de “odio contra Francia”, afirmó. Eso, aparte de reducir drásticamente el número de visas otorgadas a ciudadanos argelinos para viajar a Francia.