La crisis política y social que vive la nación que alguna vez formó parte de la Unión Soviética ha tomado el camino del enfrentamiento armado, donde los nacionalismos juegan un rol preponderante en el afán de conseguir a cualquier costo la derrota del enemigo. Los analistas coinciden en que se trata de un conflicto complejo de larga data en que además confluyen intereses económicos y geopolíticos de las grandes potencias.