El mayor movimiento social desde los años 80, el de los estudiantes en 2011, terminó en nada. Es verdad, algunos de los dirigentes estudiantiles y sociales ahora están en el Congreso. Y el lema de “No al Lucro” caló hondo. Pero también es verdad que, transcurridos más de cuatro años desde esa explosión ciudadana, nada ha cambiado de manera sustancial.