Mientras en Europa surgen nuevas fuerzas de izquierda como el Podemos español, a costa de los partidos socialdemócratas, en América Latina asistimos a un relanzamiento de la Tercera Vía, como un nuevo intento por oponerse a los gobiernos bolivarianos. La alternativa a ellos ya no es de derecha, sino progresista. Uno de los convocantes es Ricardo Lagos, en un grupo en el que sorprendió la adhesión del reconvertido Juan Manuel Santos.