El francés Jean-Pierre Sauvage, el británico Fraser Stoddart y el holandés Bernard Feringa fueron los galardonados.
El científico ganó dos Nobel de química, por sus trabajos sobre la estructura de las proteínas y la formación del ADN.
La nueva tecnología permite detectar la acumulación de proteínas beta-amiliode en la sangre, lo que posibilitaría la anticipación del diagnóstico de la enfermedad y la creación de nuevos tratamientos.