La prensa chilena, al menos la oficial, nunca ha querido ser un “cuarto poder”, nunca ha querido investigar mucho. Es más, los medios tradicionales son pro-modelo económico, conservadores y derechistas. Han estado históricamente alineados con los Longueira, los Ominami, los Matte y los Luksic y con las grandes empresas en general. Incluso en estos últimos meses, han sido la punta de lanza de la candidatura de Ricardo Lagos.