Hara Kiri, dejó de circular por unos años, quizás porque había matado todos los bichos del asombro. Resucitó por un tiempo pero finalmente el Internet y otras formas de humor dejaron solamente al Charly Hebdo de sobreviviente. El golpe sufrido por su personal que llevó a mejor vida a mi ídolo Wolinski, creo que repercutirá a corto plazo a respetar los iconos religiosos. Son elementos muy peligrosos en épocas de fanatismos y mucha arma de mercado negro en el quehacer mundial.
La fe fanática no solo mueve montañas: arma ejércitos, promueve el odio y encuentra en otro mundo las razones para desdeñar la vida humana en éste. El resultado es escalofriante: el supuesto mandato divino es una de las principales causas de muerte en el planeta.