Bulgaria, Dinamarca, Islandia y Noruega suspendieron el uso de la vacuna AstraZeneca por presuntos riesgos de coágulos en los vacunados. Tailandia decidió retrasar el lanzamiento de su campaña de vacunación con ella. La OMS, el gobierno británico y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) la respaldan.