El Presidente Sebastián Piñera anunció que en 20 años más se cerrarían todas las centrales termoeléctricas a carbón. Sin embargo, el anunció fue catalogado por las organizaciones como una maniobra de marketing ya que, en el fondo, no daría cuenta de la urgencia de acabar con las zonas de sacrificio conllevando que sus habitantes deberán vivir en esas condiciones por dos décadas más.