La ocupación evidenció el caso que viven cuatro trabajadores subcontratados para realizar labores en Campus Oriente. Horarios sin regulación, no pago de cotizaciones ni de horas extraordinarias y alojamiento en el lugar de trabajo son solo algunas de las irregularidades.
La máxima autoridad académica sostuvo que “la comunidad universitaria rechaza el uso de la fuerza y prescindencia de la razón que las tomas conllevan”.
Desde el órgano triestamental rechazan la acción estudiantil pues consideran que obstaculiza el diálogo. Sin embargo, aseguran que apoyan la necesidad de realizar una transformación profunda de educación superior en Chile.