Un tribunal trasandino dictó prisión perpetua en contra del coautor del asesinato de Diana Sacayán, la activista trans que fue encontrada apuñalada en su departamento en 2015. Desde el activismo se reconoció que este fallo “marca un antes y un después”, precisamente, para instalar como agravante la condición sexual de las víctimas en este tipo de crímenes.