La agencia proporciona ayuda que EEUU define como “humanitaria”, pero no es bien vista por la actual admistración. “Una parte significativa de la financiación de USAID no está alineada con los intereses nacionales básicos”, dijo Marco Rubio.
El presidente boliviano puso fin a la presencia del organismo estadounidense para el desarrollo en el país, acusándolo de perseguir “fines políticos” y no “fines sociales”. En 2008, Morales había procedido del mismo modo con al embajador de Estados Unidos y la agencia antidrogas DEA, asegurando que conspiraban contra su gobierno.