“Esto aumentaría considerablemente la flexibilidad de su distribución”, señalaron los científicos. Mientras, en EEUU se abrió el debate sobre la peligrosidad de la variante británica del virus, y la efectividad que tendrían las diferentes vacunas para combatirla.
A juicio del experto, si bien el Gobierno está en su derecho de publicitar la llegada de vacunas, “la creación de estas expectativas tienen que ser generadas cuando efectivamente tengamos el suficiente stock de vacunas para llamar a la población a vacunarse”.