El analista y Doctor en Sociología por el Instituto de Estudos Sociais e Políticos de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro, señala que la polarización del gigante sudamericano, luego del fallo que condena a 12 años de prisión a Lula, está alcanzando niveles preocupantes. Los altos mandos del Ejército y el Poder Judicial han ejercido presiones que, probablemente, derivarán en movilizaciones sociales a lo largo y ancho de todo el país. La institucionalidad brasileña pende de un hilo.