En entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile, el diputado socialista criticó a la corriente cristiana que ha irrumpido en el mapa de poder en América Latina. En Chile, a pesar de auto nominarse como representantes de un amplio sector de cristianos creyentes, son sólo tres los parlamentarios que desde el Congreso se han encargado de propagar su pensamiento dogmático.