Los vecinos de la población Cerro Colorado en Renca se han manifestado firmemente respecto del proyecto de educación comunitaria y popular La Nueva Escuela, que funciona en la comuna de forma autogestionada, luego que el 17 de noviembre pasado la municipalidad desalojara sus inmediaciones, produciéndose duros enfrentamientos entre vecinos y Fuerzas Especiales de Carabineros.
La intención de la alcaldía, dirigida actualmente por Vicky Barahona de la UDI, es instalar un Centro de Rehabilitación Integral para el Adulto Mayor en el lugar, pero los vecinos de Cerro Colorado insisten en que dicho terreno les pertenece, pese a su entrega en comodato en la década del 60, y que después fuera expropiado durante la Dictadura Militar a la municipalidad.
A través de un comunicado de prensa, la municipalidad acusó de vandalismo a la organización, asegurando que la ocupación del espacio es ilegal. Sin embargo, la presidenta del centro cultural y educacional La Nueva Escuela, Marlén Soto, aseguró que la alcaldesa ha mentido respecto a esta información.
“Nosotros aquí hemos sentado un precedente con las otras organizaciones y trabajamos mucho en red con las otras organizaciones sociales. Siempre, todas las actividades las hacemos en forma mancomunada. Si hay una actividad en la Huamachuco vamos a apoyarlos nosotros junto con otros, si hay una actividad acá vienen otras organizaciones. Esa forma tan colectiva que tenemos de trabajar parece que es peligrosa y saca ronchas”, explicó la dirigenta sobre las razones que tendrían desde el municipio para realizar estas acusaciones sobre la organización.
Desde el desalojo, y pese a la destrucción de casi todo el mobiliario de la Nueva Escuela, el lugar sigue funcionando, impartiendo talleres, y los vecinos continúan contribuyendo a su reconstrucción. No obstante, el lugar se encuentra tomado por los vecinos, quienes esperan recuperar el terreno para continuar con sus labores.
En este sentido, el presidente de la junta de vecinos de Cerro Colorado, Mario Carvajal, manifestó su esperanza de dialogar con las autoridades, pero sin las condiciones que ha impuesto la alcaldesa Barahona.
“Ella expuso que la única forma de dialogo sería bajo los términos del municipio. Obviamente, nosotros no vamos a aceptar ninguna negociación si nos invitan y tenemos que aceptar solamente lo que dice la municipalidad. Eso no es dialogo, ese es un tema dictatorial que nosotros no vamos a aceptar. Si queremos dialogar tenemos que escuchar las dos opciones y llegar a un bien común, si no es así, no hay dialogo”, sostuvo Carvajal.
En tanto, desde la municipalidad de Renca declinaron referirse al tema, mientras en su sitio web, una declaración pública insiste en impulsar el proyecto para los adultos mayores, criticando a la organización vecinal que mantiene La Nueva Escuela.
Pese a ello, la concejala PPD Teresa Cordero, señaló que esta situación de violencia y falta de entendimiento se debe a la poca participación que la municipalidad ofrece a los vecinos.
“Esto pasa cuando no hay una gestión participativa, cuando no son considerados desde los inicios la junta de vecinos, los pobladores. No hubo participación y ese es el nudo que tenemos, donde ninguna de las partes, en este caso la alcaldesa o el municipio, quiere conversar, no hay trabajo participativo. La forma en que se están haciendo las cosas son sanas para nadie”, explicó la concejala por Renca.
Aunque el municipio, asimismo, considera que son grupos menores los que están a cargo del proyecto Nueva Escuela, gran parte de la comunidad vecinal participa de la reconstrucción y de las actividades en el lugar, tratando de recuperar las salas de clases, el huerto comunitario y el policlínico popular que funcionaba en el lugar y fueron destruidos durante el último desalojo.