En sus declaraciones, el secretario de Estado explicó que en los cambios que se presentarán, se permite la posibilidad a los pequeños agricultores para que puedan volver a sembrar las mismas semillas que adquirieron, a lo menos en esa misma cantidad.
“Vamos a pedir que se ponga en tabla en la primera oportunidad, porque creemos que es una ley que tal como está planteada genera un beneficio para el país. Está estigmatizada por ciertos grupos que no la entienden o no la han querido entender”, explicó al diario económico Pulso.
Mayol añadió que el proyecto “no está relacionado con los transgénicos y no contempla el riesgo alguna especie ancestral: ni la papa chilota, ni el canelo, ni las frutillas, porque no se pueden registrar”.
Esta afirmación fue negada por Francisca Rodríguez, encargada internacional de la Agrupación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri), quien aseveró que la ley persiste en la entrega de los campos a trasnacionales que además utilizan transgénicos.
“No pueden votar contra los campesinos, contra nuestra tierra, contra el país. Este no es un problema de los campesinos, para ellos el problema son las semillas, su acometido. Pero en materia de salud, es el país el que está expuesto”, dijo.
Actualmente el proyecto se encuentra en su último trámite constitucional en el Senado, luego de ser aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados durante el gobierno anterior.
Sin embargo, ya no cuenta con el respaldo de la Nueva Mayoría ni de la propia Michelle Bachelet, quien aseguró que la idea original de la ley fue desnaturalizada. Por lo mismo, el gobierno espera aprobarla en este periodo legislativo.