Este lunes Sebastián Piñera presentó ante la prensa su “consejo ciudadano”, un grupo elegido por él mismo y sus asesores, el que formará parte del equipo de campaña. El consejo estará liderado por la hermana del ex Presidente, Magdalena Piñera Echenique, y lo integran personalidades de distintos ámbitos.
Entre los 65 miembros figuran el conductor televisivo Kike Morandé, el futbolista Pablo Galdames, la directora del Museo Violeta Parra, Cecilia García-Huidobro, y el actual capellán evangélico de La Moneda, Jorge Méndez. Este último pidió en diciembre pasado que el país perdonara a los violadores de derechos humanos recluidos en Punta Peuco. “En aquel lugar hay algunos que están enfermos, muy enfermos, ya son ancianos, y ellos de verdad que necesitan el perdón y lo están pidiendo, y nosotros tenemos que saber perdonar también, olvidar las cosas”, afirmó en una entrevista a radio Cooperativa.
El anunció del precandidato derechista se realizó en los cuarteles generales de su campaña presidencial en la comuna de Las Condes. Piñera habló con un conjunto de paneles a su espalda en los que su apellido aparece más de 50 veces, con un diseño que usa los tres colores de la bandera chilena.
El ex mandatario e inversionista multimillonario, que busca encabezar por segunda vez la presidencia del país, también incluyó a varios personajes de la Araucanía. Entre ellos alcaldes y representantes del mundo social de esa región, la que hace años vive un fuerte conflicto entre comunidades mapuche y grandes empresas forestales y latifundistas locales.
La señal que dio Sebastián Piñera al escoger los nombres “ciudadanos” que supuestamente representan el sentir del Wallmapu es clara: todos ellos pertenecen al grupo que aboga por aplicar mano dura a las comunidades autóctonas. Es decir, no sólo forman parte del tradicional discurso de la derecha en contra de la delincuencia, sino también refuerza la visión de ese sector de que el problema en la Araucanía es un asunto de terrorismo.
Entre los representantes ciudadanos de esa región convocados figuran dos nombres. Uno es el empresario Jorge Luchsinger, hijo del matrimonio Luchsinger-Mackay, pareja que murió en un ataque incendiario a su casa en Vilcún en 2013.Luchsinger hijo es cercano al movimiento llamado “Paz para la Araucanía”, que reúne a gremios y dueños de tierra principalmente blancos, que en algunas de sus manifestaciones aparecieron armados con pistolas a su cintura.
Esta elección motivó algunas críticas. Por ejemplo, la abogada Manuela Royo, quien representa a los hermanos Catrilaf en el caso Luchsinger-Mackay, aseguró que el nombramiento del hijo del matrimonio asesinado da cuenta de claros tintes políticos.
“Él representa a un sector de la derecha latifundista, que lo que busca es la persecución del pueblo mapuche a costa de lo que sea y caiga quien caiga. Me parece impresentable”, afirmó la abogada.
El segundo ciudadano que escogió el comando de la derecha es del dirigente camionero Sergio Pérez, presidente de la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile (CNTC). Este líder gremial se hizo conocido en el país al llevar en 2015 camiones quemados por activistas mapuche hasta las puertas del Palacio de La Moneda. Era su forma de protestar por la quema de varios camiones de empresas forestales en la zona del conflicto. Pérez ha sido uno de los voceros de esa región que más ha insistido en aumentar la intervención policial en la zona, rechazando la postura de diálogo.
Además, es un hombre que se ha identificado con la derecha más dura del país, declarando su admiración por León Vilarín, el dirigente camionero que paralizó al gremio en la huelga de octubre de 1972 que, con apoyo documentado de la CIA, buscó derrocar al gobierno de Salvador Allende. En una entrevista radial que dio en 2015, Pérez aseguró que “la intervención militar del 73 ordenó al país”.
Según el historiador y autor Fernando Pairicán, Piñera manda una señal clara de la visión que podría tener su futuro gobierno sobre la Araucanía. “En el caso del dirigente de los camioneros, pone una visión parcelada de la historia, porque para ellos la solución al conflicto es la persecución. Me parece que las señales que está dando Piñera no se alejan mucho de lo que plantea su contendor por el ala más de derecha, José Antonio Kast, que dice que el tema mapuche va a pasar por reprimir”, afirma el también autor del libro Malón, la rebelión del movimiento mapuche 1990-2013.
El hecho de que entre los asesores ciudadanos de Piñera en el tema de la Araucanía no figure nadie que simpatice con las posturas de las comunidades locales, ni con las víctimas de la violencia policial en la zona, viene a reafirmar la creciente ultra-derechización de su campaña en esta fase de las primarias. Resulta evidente que Piñera ha tratado de emular la exitosa campaña de Donald Trump en Estados Unidos, atrincherándose en posturas radicales para entusiasmar a sus bases conservadoras.