Antes de iniciar el comentario quisiera destacar una vez más que mi padre nacido en Tarnopol, entonces Polonia, ahora Ucrania, se llama Isaac Mendel Juffe Baral; mi madre en Berlín, Marion Louis Josef. Ambos huyeron de Hitler precisamente por ser judíos.
Que mi madre a escondidas de mi papá, me haya bautizado en la Iglesia Católica, es otro cuento. Nunca iré contra mis orígenes.
La cantidad de insultos que he recibido por criticar la conducta de los jóvenes turistas, casi todos ex militares israelíes en Magallanes, fue enorme. Lo último fue “hijo de perra”. Si me tratan de antisemita también lo es la persona que me trata de hijo de perra, perra judía por lo tanto.
Recalco: la llamada de atención no involucra a los judíos que residen fuera de Israel. No hay queja alguna en los hostales ni parques nacionales.
El que pasa la vergüenza soy yo, al escuchar en las administraciones de los establecimientos, en los proveedores de transporte terrestre, en fin, de una amplia gama de prestadores de servicios, coincide en la mala educación de estos jóvenes. Y el hecho de que me digan en la cara: “Uno solo, lo dejo pasar, en grupo, les digo que tengo el hostal ocupado”.
Me llegan mensajes de judíos chilenos y argentinos, de lo bien que fueron tratados en viajes por la carretera austral, lo regio que son recibidos en todas partes y que lo de los sabra constituye una excepción. Sí, pero de tres casos de incidentes ocurridos en Torres del Paine, uno corresponde a gente proveniente de Israel.
Apunto a que me da vergüenza tener que escuchar estas quejas, a veces acompañadas de epítetos antisemitas de quienes han sufrido el paso de estos turistas.
Porque ni mis padres, ni mis amigos, jamás dieron pábulo para esos comentarios. Y nadie de la colectividad judía en Chile.
Finalmente, ante los absurdos rumores de la existencia de expediciones de Israel para adquirir terrenos en la Patagonia, el fallecimiento de Douglas Tomkins y la donación de parte de su patrimonio al Estado chileno, demostró que nada era cierto, La idea como base carece de todo fundamento.
¿Qué pretendería Israel en Magallanes? ¿Trasladarse de su territorio a la zona más austral del mundo? Apenas tienen como defenderse de su propio entorno de enemigos, menos van a iniciar un éxodo II como aventurarse a evacuar Israel para instalarse en Tierra del Fuego.
Lo peor es que gente cercana, me lo plantea y dudan cuando lo niego categóricamente. Tan fuerte ha sido esa campaña que solo recién escuché a mi arribo a la región. Nadie cita fuente ni hechos concretos.
Un asunto es el tema de los soldados, o ex militares, israelíes que dejan su escoba y otra cosa es tratar de apoderarse de territorio chileno por la vía de la compra de vastas extensiones de terreno. De hecho, he leído la lista de propietarios de tierras en la zona austral y solo veo apellidos como los del ex senador Larraín y unos grandes terratenientes que no son palos blancos de nadie, sino fieros orgullosos terratenientes arios.
Profité de esta columna, para matar dos pájaros de un tiro.