El próximo jueves el autor nacional Andrés Montero (1990) recibirá en México el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, galardón que busca “impulsar y reconocer a los escritores y escritoras de novelas de alta calidad literaria en lengua española” y que el 2016 cayó en manos del autor mexicano Emiliano Monge por su obra Las tierras arrasadas.
En esta oportunidad, el reconocimiento fue otorgado por Tony ninguno, primera novela de Montero que fue publicada el año pasado por Editorial La Pollera y que toma como escenario principal un circo.
“Este es un reconocimiento muy importante. A mí me llena de orgullo. También quiere decir que en Chile se están haciendo bien las cosas. Hay muchas nuevas editoriales, muchas voces nuevas y me siento parte de eso”, dice Andrés Montero, quien además es autor de libros como La inútil perfección y otros cuentos sepiosos y Narrando nuestra memoria: cuentacuentos de Yungay y La Victoria.
¿Qué significa para las editoriales independientes este premio, considerando que Tony ninguno fue publicado por la editorial La Pollera?
Los ganadores de años anteriores han pertenecido a editoriales como Anagama y Penguin Random House, y ahora aparece La Pollera entre todos estos monstros. Entonces, me parece que este premio es un reconocimiento a las editoriales independientes que están publicando mejores libros y que están haciendo apuestas más interesantes. O sea, yo he comentado que habría sido imposible que otra editorial más grande mandara la novela. La Pollera es una editorial muy chica que apenas puede subsistir con lo que vende, entonces ellos debieron hacer un gran esfuerzo por enviar los cinco libros que se pedían a México.
Tú también eres miembro fundador de una compañía de cuentacuentos La Matrioska. ¿Cómo esta forma de narración oral está presente en tu escritura?
Yo siento que eso se mezcla mucho. Siempre trato de escribir de la forma más oral posible. Esto es como paradójico, pero hay gente que me ha dicho que cuando está leyendo los libros siente como que les están contando las cosas. Lo que a mí me gusta hacer es que el que está leyendo se entretenga. Entonces, trato de ocupar un estilo narrativo bien fluido y bien parecido a la oralidad, sin palabras demasiado rebuscadas. Más menos como hablamos todos nosotros en el día a día y en particular los chilenos. Entonces, siento que está muy presente el arte del cuentacuento, incluso en Tony ninguno.
¿Algún autor que te haya marcado más?
Actualmente estoy leyendo un libro de Mauricio Wacquez que se llama Toda la luz del mediodía. También estoy leyendo a Emiliano Mongue, pero en general me interesa todo: Japón, África, Jamaica. Además, siempre me ha gustado la narrativa como bien localista y como costumbrista. Me gusta mucho Juan Rulfo, Manuel Roja, Cortázar cuando era más chico y de más grande, Bolaño. También me gusta el realismo y la descripción costumbrista.
¿Estás trabajando en algún otro libro?
Estoy trabajando en otro proyecto que es sobre el enfrentamiento de dos payadores que ocurrió, al parecer, en 1790 en Chile entre el mulato Taguada y Javier de la Rosa, y que duró 96 horas. Se supone que ganó Javier que es el representante de los terratenientes. Este hecho es como una leyenda, pero al parecer sí sucedió y tengo ganas de reescribirlo.
Andrés Montero ha sido reconocido en diversos concursos literarios, entre ellos, el Premio Clarín de Novela, en Argentina (Finalista, 2014), Premio Pedro de Oña (primer lugar 2015), los Juegos Literarios Gabriela Mistral (Finalista, 2015), el Premio Roberto Bolaño (Mención Especial, 2013), el Concurso de Cuento de Revista Paula (Finalista, 2010), el Premio Teresa Hamel (Primer Lugar, 2009) y el Concurso Iberomericano de Cuentos “Los jóvenes cuentan”, de la Casa de América (Finalista, 2007). En 2014 obtuvo la Beca de Creación Literaria del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes para la escritura de su novela Tony ninguno.