Muchos lo esperaban hacia años; en octubre sus familiares, amigos y admiradores en todo el mundo podrán por fin decir adiós al cantautor chileno, Víctor Jara.
“Haremos un funeral popular, cuando sus restos sean devueltos a su viuda Joan Jara, y a sus hijas Amanda y Manuela”, señaló Gloria Konig, presidenta de la Fundación Víctor Jara durante el homenaje en memoria a los 62 ejecutados y detenidos desaparecidos de la ex Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Santiago, USACH.
El último trámite que falta es la entrega del Instituto Médico Legal, para que el pueblo pueda rendirle un homenaje y acompañarlo hasta el lugar del Cementerio General donde descansará definitivamente.
El recorrido de las exequias partirá desde la Fundación que lleva su nombre, ubicada en la Plaza Brasil, donde será velado durante dos días. Una deuda con el cantautor desde que su esposa debió sepultarlo en forma casi clandestina, y acompañada de sólo dos personas.
Pero además Gloria Konig afirmó que harán todos los esfuerzos para que se declare al Estadio Víctor Jara monumento nacional, para que las nuevas generaciones conozcan la historia de un recinto deportivo donde estuvieron detenidas más de cinco mil personas durante la dictadura.
El rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, comprometió el respaldo de esa casa de estudios a la iniciativa durante el acto donde estudiantes, académicos y funcionarios expresaron su compromiso con los derechos humanos.
En la ceremonia, además de recordar a Víctor Jara, se rindió homenaje a los estudiantes de la ex Universidad Técnica del Estado, Michelle Peña, de 27 años y que fue detenida y desaparecida con ocho meses de embarazo, y a los alumnos, Gregorio Mimica, Julio Santibáñez y Mario Martínez, muertos por la represión.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la UTE en 1973, Osiel Nuñez, destacó el sacrificio de estudiantes y profesores de una universidad que vivía el proceso de la reforma universitaria. Además, responsabilizó de los crímenes cometidos en dicha casa de estudios al coronel Moren Brito, quien habría ejecutado con su fusil a Gregorio Mimica en una sala de clases de la Escuela de Artes y Oficios, luego de lo cual un suboficial del Ejército fue felicitado por quemar en los hornos de metalurgia los restos del estudiante.
Al Estadio Víctor Jara, ex Estadio Chile, fueron trasladados 800 estudiantes de la Universidad Técnica del Estado, para luego levarlos al Estadio Nacional y finalmente al campo de concentración de Chacabuco.