La campaña presidencial y los recursos con los que contará el próximo Presidente de la República se entrecruzan inevitablemente en el último año de gobierno. Desde antes que ingresara el presupuesto 2010 al Congreso, los aspirantes a La Moneda estaban inquietos y expectantes por  los dineros que manejarían de resultar electos.

¿Cómo quedan las arcas fiscales para la próxima administración saliendo de una crisis económica? El misterio terminó la noche del miércoles cuando el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, les envió un mensaje tranquilizador y lanzó el guante para iniciar el debate, no sólo en el Congreso, sino también en la carrera presidencial.

 "Como este será mi último presupuesto, quiero decirles que pueden estar tranquilos. El gobierno de la Presidenta Bachelet dejará la casa ordenada y las cuentas sólidas. Dejará un país casi sin deuda pública y con las mayores reservas que un gobierno haya entregado a otro", señaló.

El gasto total llegaría a un 4,3 por ciento, mientras el social a un 5,8 por ciento. Velasco aseguró con esto que “tendremos equilibrio estructural en las cuentas públicas”. Las cifras son más bajas que las del año anterior cuando el gasto total fue de un 5,7 por ciento, porcentaje que fue rechazado por la Alianza al parecerle de muy alto costo.

Con esto, el hombre de la “billetera estatal” buscó responder a una de las grandes dudas de los presidenciables respecto a contar con recursos de libre disponibilidad para enfrentar los resabios de la crisis.

A diferencia del optimismo que demostró Velasco al proyectar un crecimiento del 5 por ciento para 2010, los asesores económicos de los candidatos prevén una lenta reactivación y efectos rezagados del desempleo, por lo que proponen que en la discusión presupuestaria de los recursos de libre disponibilidad que debe dejar el gobierno para el 2010, y que podrán ser ocupados por la próxima administración, se disponga de un monto que oscila entre los 500 y  los mil millones de dólares.

El pedido de Piñera

Pero hubo algunos que pidieron algo más. El candidato de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, calculó que para mantener la política fiscal de balance estructural, el aumento del gasto público debería ser cercano a los mil ochocientos millones de dólares durante el próximo año, de los cuales  mil millones de dólares los destinaría a dar inicio a nuevos programas sociales, aparte de su bullado bono de 40 mil pesos.

“Le pedimos al gobierno que implemente los programas para que la protección social también llegue a los sectores de clase media, podemos hacerlo  los recursos públicos con mayor eficiencia y probidad. Que este Presupuesto 2010 tenga las prioridades de la gente y no las prioridades de los políticos”, sostuvo el candidato.

Y pese a que su petición fue duramente  rechazada por personeros de la Concertación, la cifra del gasto fiscal total que dio Velasco, de un 43 por ciento, estuvo muy cercana a la esperada por su asesor económico, Felipe Morandé, quien había pronosticado un presupuesto en torno al 4 por ciento y un crecimiento cercano al 5 por ciento.

La “economía verde” de Frei

El equipo del ex Presidente prefirió no entrar en detalles de los dineros fiscales para el próximo año. “Nuestro presupuesto es el que hace nuestra Presidenta”, sentenció Oscar Landarretche, su asesor económico. 

Pero el ministro Velasco se encargó de dejarlo muy bien armado y encajado al programa de Eduardo Frei, incluso, utilizó uno de los conceptos que se plantean en su programa de gobierno: la economía verde.

Si Frei ofreció varios subsidios para incentivar el ahorro energético, en el presupuesto 2010 eso se asegura, dándole el pase gol a las del abanderado oficialista.

“El Presupuesto 2010 financiaría la aislación térmica de 10 mil casas, el recambio de más de seis mil motores con tecnología eficiente y la instalación de colectores solares para agua caliente en las nuevas viviendas sociales. Así empezamos a construir hoy la economía verde del mañana”, afirmó.

Con esta frase, el Ejecutivo confirma el plan de continuidad de Frei con las medidas adoptadas por la administración Bachelet, planteamiento que el abanderado de la Concertación alzó como su bandera de lucha para sacar una gran tajada del más de 70 por ciento con que cuenta la Jefa de Estado ad portas de dejar el gobierno.

Los otros

En el comando de Marco Enríquez-Ominami afirman que con 500 millones de dólares el presupuesto de libre disposición es suficiente para enfrentar los resabios de la crisis económica.

Su asesor económico, Luís Eduardo Barrera, señaló que es en educación donde un eventual gobierno del ex PS pondría el énfasis, algo que también se refleja en el presupuesto del gobierno de Bachelet, que por tercer año consecutivo le entrega los mayores recursos a este ítem.

Por su parte, una opción distinta plantea Roberto Pizarro, asesor del candidato del Partido Comunista y de la Izquierda Cristiana, Jorge Arrate, que dice ser partidario de volver a discutir en marzo de 2010 la asignación del 20 por ciento de las partidas flexibles de la ley de presupuesto.

Además señaló que en la candidatura de Arrate son partidarios de mantener en cero por ciento la regla de ahorro fiscal, más conocida como la meta del superávit estructural.