Por primera vez en dos años, la oferta y la demanda de créditos evidenció un quiebre de tendencia, en medio de una flexibilización de las condiciones para endeudarse luego de restricciones por la crisis financiera.

La Encuesta de Créditos del Banco Central dice que más de un tercio de los bancos encuestados indicó que la solicitud por nuevos créditos de las grandes y pequeñas y medianas empresas se ha fortalecido.

Un 29 por ciento de los bancos señaló que los estándares de aprobación se han vuelto más flexibles para las grandes empresas y un 16 por ciento dijo lo mismo para las pequeñas y medianas firmas.
El instituto emisor explicó que esto se atribuye a una mejora del entorno económico y sus perspectivas, a la disminución del riesgo de sus carteras de clientes, y a mejores condiciones de fondeo de los bancos.

Agrega que “esta flexibilización responde, principalmente, a una disminución del riesgo de crédito de la cartera de consumo y a la competencia más agresiva de otros bancos e instituciones financieras no bancarias".

El economista de Aserta, Hernán Frigolet, agregó que este quiebre de tendencia estaría influido por la competitividad que le ha dado al sistema financiero BancoEstado.

“Otro elemento que está jugando ahí es la política agresiva comercial que ha tenido el BancoEstado, que ha estado generando bastante más ruido a nivel de la industria y ahora estamos viendo  una reacción a ese ámbito en el cual perdió posición la banca privada”, señaló.

Por su parte, el analista Rafael Garay descartó que la mayor demanda de créditos aceleré el proceso de normalización de la tasa de política monetaria.

“Para que la tasa de política monetaria se estabilice o suba, debería darse una presión inflacionaria. Tuvimos el mes pasado algo de presión inflacionaria que yo creo que va a ser revertida, en parte, por la caída de las cuenta de energía eléctrica que va a estar en torno al 8, 6 por ciento, pero por exceso de demanda de créditos no creo que sea lo que, de ninguna manera, suba la tasa del Banco Central , sino que las presiones inflacionarias”, manifestó.

Un 35 por ciento  neto de los bancos encuestados señala que la demanda por créditos de consumo se ha fortalecido, mientras que un 41 por ciento neto indica lo mismo respecto de la demanda de créditos hipotecarios.

Para incentivar el consumo y reactivar la actividad económica, el autónomo Banco Central recortó agresivamente el 2009 la tasa de interés clave a un mínimo histórico de un 0,5 por ciento y tomó medidas complementarias para alentar el traspaso de la baja en la tasa a los clientes.