Sin acuerdo terminó el breve diálogo que instauraron el Colegio de Profesores y el subsecretario de Educación, que buscaba evitar la paralización nacional e indefinida del gremio.
“Un fracaso esperado”, dijeron los docentes al dar por finalizada la mesa de negociaciones encabezada por el subsecretario de Educación, Cristián Martínez, el presidente de la Asociación de Municipalidades, Claudio Arriagada y el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, que tenía como objetivo evitar el paro nacional convocado a partir de mañana viernes.
Antes del inicio de esta mesa, los tres actores eran concientes de que la mayor bandera de lucha de lo docentes era la deuda histórica. Sin embargo, los profesores se sentaron a conversar, pensando que podían incluir esta propuesta en medio de la intención del gobierno que era solo cifrar soluciones para el Bono de Subvención Adicional Especial (SAE) y el estatuto docente.
Finalmente no se dio el espacio y el Colegio de Profesores pidió una contrapropuesta por deuda histórica, advirtiendo que si este documento no llega, no volverán a dialogar, tal como lo señaló Jaime Gajardo.
“Una condición clave para que esta mesa tenga realmente un sentido es que el tema de la deuda histórica tiene que ser tratado y ellos nos tienen que hacer una contrapropuesta, porque nosotros les hemos hecho una propuesta. Les dejamos los canales, los puentes abiertos, en términos que si tienen una contrapropuesta para poner el tema en agenda, entonces nos sentamos a conversar, de lo contrario, no podemos seguir con conversaciones estériles que a nada conducen. El gobierno tiene que reconocer que existe la deuda y que hay que hacer una reparación, pero ellos siguen con la misma posición del a ministra”, dijo el dirigente.
En medio de esta tensión, continúa en pie la convocatoria a paro indefinido anunciado por los profesores el pasado martes, después de una decisión tomada por la Asamblea General.
La autoridad piensa a corto plazo y quiere mitigar los efectos de esta paralización, es por ello que el subsecretario de Educación, Cristián Martínez manifestó que la conversación ahora se centra en los alcaldes, aunque quiso mantener la puerta abierta al diálogo con loos profesores.
“Lo que nos va a ocupar de aquí en adelante, en las próximas horas, es mitigar los efectos de esto, buscar todas las acciones con los alcaldes para poder mitigar los efectos de este paro en los estudiantes. Vamos a mantener los servicios de alimentación y salud escolar activos. Ese es un tema que personalmente me voy a preocupar en terreno, mañana junto con a las autoridades y los profesionales de la educación de que así ocurra y trabajar con los alcaldes de manera que los efectos de este paro, no tengan como victimas a los estudiantes”, señaló.
Por su parte la Asociación Chilena de Municipalidades tiene posturas propias sobre Bono SAE, pero también está alerta a los descuentos que realizarán a los profesores debido a las movilizaciones. Asimismo, el presidente de la entidad, el alcalde Claudio Arriagada, exige ordenar el escenario para encontrar soluciones sin poner en riesgo el término del año escolar de los estudiantes.
“Exigimos un mecanismo para resolver las controversias y lo intereses del magisterio y el Ministerio de Educación, que no dañe a los más afectados, a los más perjudicados, que son los alumnos de Chile. Nos disponemos a mantener las conversaciones, ellos están esperando una contrapropuesta sobre el tema concreto que es la deuda histórica y nosotros hemos señalado que no nos podemos quedar indiferentes, como sostenedores, representantes legales, empleadores, frente a la situación de no poder terminar el año escolar de manera normal”, sostuvo Arriagada.
Son varios temas que quedaron pendientes luego del fracaso de la mesa de negociaciones, qué pasa con el SIMCE, con la PSU, pagos de subvención. Inquietudes que surgen a partir de la descoordinación para lograr un acuerdo y de la confirmación de una nueva salida a la calle de los profesores, quienes esperaban encontrar una solución a este problema después que el gobierno manifestara su negativa a reconocer esta deuda, lo que hoy profesores, incluso parlamentarios, no están dispuestos a aceptar.