Con el Perú hay una relación normal, aunque Chile se inhibe de nuevas iniciativas por un tema de dignidad nacional, afirmó el canciller, Mariano Fernández, de regreso en el país, luego de una gira que incluyó una reunión con los abogados que redactan la contramemoria por la demanda limítrofe en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El jefe de la diplomacia chilena señaló que el gobierno está tranquilo con la redacción del documento, que se debe presentar el 10 de marzo próximo ante la corte internacional en respuesta a la presentación hecha por Lima.
Respecto a las publicaciones de la prensa y declaraciones de algunos sectores políticos del Perú, Fernández dijo que no hay nada de qué preocuparse, al tiempo que descartó conversar el tema con su par peruano, José Antonio García Belaúnde. Para el canciller es necesario valorar la relación que tiene Chile con sus otros vecinos, Argentina y Bolivia, los que están pasando por un muy buen momento, precisó.
“Estamos tranquilos en esta materias nosotros tenemos que seguir adelante con nuestros vecinos, estamos viviendo momentos extraordinariamente positivos con Argentina, yo creo que con Bolivia también y con Perú estamos en relaciones normales que están tocadas por la demanda que hay ante La Haya, donde aquí no hay solamente una cuestión jurídica, también hay un tema de dignidad nacional, por lo tanto normal, pero hay inhibición para nuevas iniciativas”, declaró el canciller.
Aún así, Fernández subrayó que hay una relación que calificó como “inteligente” con el Perú y que se basa en las inversiones de empresarios chilenos en ese país, aunque en otros aspectos no se prevé avances al menos en el corto plazo o hasta que se despeje la demanda por límites marítimos que presentó el gobierno de Alan García en La Haya.
La respuesta peruana llegó desde el ministro de Relaciones Exteriores, José Antonio García Belaúnde, quien afirmó que espera que Chile "entienda mejor en un futuro" la decisión peruana de acudir a La Haya, calificándolo como un “acto de consecuencia con el derecho internacional” y cuyo objetivo era solucionar "una situación de profunda inequidad" que Perú no podía permitirse "perpetuar".