La seguridad se tomó parte del debate presidencial durante la jornada de ayer. El candidato de la Concertación Eduardo Frei, presentó una serie de medidas para combatir la violencia contra las mujeres.
En medio de su acto de campaña, una mujer consultó al candidato si va a eliminar la llamada “puerta giratoria” de la delincuencia. La respuesta del candidato oficialista fue que este fenómeno no depende del gobierno de turno, si no del Poder Judicial.
“La puerta giratoria no es mía ni del gobierno, es de los tribunales, eso hay que terminarlo, de todas maneras. No es posible que este país que siempre ha dicho que lo más importante es la familia, hoy esté inundado por la violencia intrafamiliar. Si usted ve el promedio de América Latina en tema de violencia intrafamiliar, Chile está por sobre el doble del promedio”, señaló Frei.
Como era de esperarse, el Poder Judicial respondió molesto. El presidente de la Corte de Apelaciones, Jorge Dahm, afirmó que el concepto de puerta giratoria no existe y que sólo es uns frase de campaña.
“La puerta giratoria es una cuña propagandística que funciona muy bien en época electoral y que basta con comprobar la cantidad de procesados y sentenciados que existen en las cárceles nuestras, para saber que eso no existe. La Penitenciaría de Santiago que está construida para dos mil imputados hoy tiene siete mil, el Centro de Santiago está colapsado, ya se han debido pagar multas en algunas ocasiones. Esto demuestra que el sistema funciona correctamente, están presos y detenidos aquellos que deben estar”, afirmó Dahm.
Pero el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, defendió a Frei, afirmando que "la percepción de ‘puerta giratoria’ existe, está muy arraigada en la comunidad “
Sobre el tema también habló el independiente Marco Enríquez Ominami, quien criticó la propuesta del abanderado de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, de aumentar la dotación de carabineros en las calles a diez mil efectivos, argumentando que no es ético prometer algo que no se podrá cumplir.
“Qué bueno que la demagogia tenga un freno en Chile. Aquí el candidato de la Alianza, que tiene a ratos una manera muy extraña de relacionarse con las propuestas de país, porque ha ofrecido una cantidad de cosas que no se pueden cumplir. Y es curioso que un hombre que se dice empresario, su ambición sea tan grande que la ética se le haga esquiva. No es ético prometer algo que no es cumplible y no es ético ilusionar a la gente cono cosas que no se pueden hacer”, denunció Enríquez Ominami.
Por su parte, el candidato de la Izquierda Cristiana y el Partido Comunista Jorge Arrate, afirmó que en vez de poner candado a la “puerta giratoria” de la delincuencia, es necesario “poner candado a la desigualdad”.