Con 36 millones de contagiados en el mundo y el 95 por ciento de enfermos en países subdesarrollados el VIH/ SIDA es una enfermedad que mantiene alerta a la población.

Por esto en Chile, el Estado ha impulsado diversas campañas preventivas y de control que en total suman diez. Además de incluir este mortal virus en sus patologías del AUGE, a partir de 2005.

Sin embargo, estas medidas no son suficientes y  cada año mueren más personas. Esto además de que la población afectada va cambiando. Según Conasida, hace 15 años, había 6,5 hombres con VIH por cada mujer con esta condición. En 2007, la cifra llegó a 3,7 hombres por cada mujer. Es decir que la feminización del Sida es un hecho.

Para el presidente interino de la organización Vivo Positivo, Manuel Jorquera, es necesario tener campañas tomando en cuenta todos los tipos de población y no segmentando el virus sólo a los homosexuales.

Ante esta realidad el representante de Asosida, Manuel Becerra, indica que el problema es porque existe una grave falta de educación en materia de sexualidad, especialmente en las mujeres de más escasos recursos.

Para la coordinadora de Fundación EPES, Sonia Covarrubias, es el debilitamiento de la sociedad civil y el poco apoyo del Estado lo que permite que la violencia y el VIH se complementen.

"Lo que ocurre es que la sociedad civil está bastante debilitada, los grupos que se están trabajando en estos temas y otros han ido desapareciendo, las redes están desarticuladas con pocos recursos. Es una sociedad civil que también necesita apoyo y con una voz más fuerte para plantear sus demandas. Con este estudio queremos posesionar el tema que para la prevención de VIH SIDA se necesita considerar la violencia. Todas las acciones que el Estado realiza porque ambas pandemias están interconectadas", indicó Covarrubias.  

A juicio de los expertos, el entorno social implica un gran papel dentro de la enfermedad. Tanto a nivel de prevención como de tratamiento.